lunes, 11 de julio de 2011

NO CULPES AL AMOR!

Pero no pierdas la fe en el amor, sigue creyendo en el amor…
Pues el amor no es culpable, fue victima como tú. Se utilizó el nombre del amor para algo que no lo era. El amor no daña, no engaña, sólo busca lo bueno.
No dejes de creer en el amor.
Te engañó, te mintió, te traicionó, te maltrató y no cumplió con las promesas que una vez hizo en nombre del amor…
A veces el camino de la vida se nos hace muy difícil de llevar tras tener que cargar con un montón de decepciones amorosas que nos llenan de impotencia, tristeza, soledad y melancolía…
Quisiéramos arrancarnos el corazón del pecho para no volver a sentir y no seguir viéndonos como tontas, ¡sí, tontas! porque le entregamos todo nuestro amor a una persona que no lo merecía y que en lugar de amarnos nos humilló, nos lastimó, nos utilizó…
“¿Pero y por qué permití que este hombre hiciera esto conmigo?
¿Por qué no me di cuenta de que él lo único que quería era “pasar el rato” conmigo? Ya no voy a permitir que nadie me lastime, ya no tengo porque entregarle el corazón a nadie, desde ahora me declaro una desahuciada del amor, es más, ya no creo en el amor”.
¿Se te hacen conocidas estas palabras? ¿Te sientes identificada? ¿Alguna vez has dicho algo parecido?
A veces estar enamoradas nos lleva al más bello sueño que no pasa de ser eso: un sueño que nos lleva más allá de las estrellas y luego nos despierta entre golpes y lágrimas.
Abusaron de nuestra confianza, abusaron de nuestras buenas intenciones, abusaron de nuestro cuerpo y nos dejaron envueltas de dolor, nunca pensamos que aquel ser tan especial y consentido por nuestro corazón nos fuera a traicionar de ésa manera y que siguiera mirándonos a los ojos sin el menor remordimiento…
“¡Ya no creo en el amor!”
Fuimos usadas, pero, y ¿qué culpa tiene el amor en todo este asunto? ¿Por qué vamos a dejar de creer en él?
¿Es que acaso no te das cuenta?
El amor también fue usado, en su nombre se hicieron mil promesas que no se cumplieron.
El amor también derrama incontables lágrimas porque alguien corrompió sus nobles acciones.
El amor también es víctima del engaño y de las afrentas de un ser humano que se disfrazó de él para ocultar sus miserias.
Y si lo miras bien, sabrás que no todo es responsabilidad de aquel ingrato y sus falsas palabras de amor, la responsabilidad también es de nosotras, porque en honor a nuestros sentimientos decidimos dejarnos cegar y no reaccionamos hasta que sentimos el respiro de la muerte en el cuello, hasta que no sentimos nuestro corazón apachurrado y lleno de dolor.
Si nos dañaron, si nos lastimaron, si abusaron de nosotras, no podemos tomar la decisión cobarde de decir que “no creemos en el amor”, nosotras también fuimos artífices de nuestra suerte, basta ya de decir que “todo lo hicimos en nombre del amor”; el amor no nos deja ciegas, el amor nos llena de una clarividencia sorprendente y no nos empuja a la decepción.
El amor nos llena de alegría y altruismo y cualquier cosa que no tenga estas características no puede llamarse amor.
Deja de culpabilizar al amor de tus decepciones, el amor es luz de vida que nos llena de calor y bienaventuranzas a cada instante.
No entres tú también en el círculo vicioso, no uses al amor, él no lo merece, tú no lo mereces.

QUE NOS DICE CORINTIOS

CAPÍTULO 13

La preeminencia del amor
13:1 Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe.
13:2 Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.
13:3 Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.
13:4 El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece,
13:5 no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido,
13:6 no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.
13:7 El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
13:8 El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá;
13:9 porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas.
13:10 Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto.
13:11 Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño,
13:12 pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí.
13:13 En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor.

sábado, 9 de julio de 2011

EL AMOR NO SE RUEGA SE DA O NO SE DA


El amor no se ruega, el amor se da o no se da.
Nunca ruegues por el amor de un hombre.
Por mucho que le quieras no pierdas tu dignidad, respétate como mujer valiosa que eres.
¿Y si es él quien vuelve a ti, pidiéndote perdón y una nueva oportunidad?
Lo mismo: respétate, dignifícate, no eres un juguete de quita y pon, eres una mujer que merece estabilidad, un amor fiel que no va y viene.
No es un tema fácil pero sí muy recurrente, cada día miles de personas despiertan llorando por un amor que ya no está, o que sólo aparece de vez en cuando.
No es fácil vivir así, siempre estás triste, esperando que un día regrese…
¿Te has preguntado si vale la pena vivir esa clase de vida que llevas?
Cuando comenzamos una relación lo hacemos con la esperanza de que prospere, que llegue a buen puerto y sea nuestra otra mitad.
Nos esforzamos mucho para facilitar que así sea, y en especial al comienzo de la relación así es. Pero con el paso del tiempo y la vida cotidiana, sufrimos muchos baches, tropiezos con los que no contábamos porque estábamos enamoradas y todo nos parecía bueno y bonito…
Lo más triste es cuando todo aquello que nos hacía feliz empieza a hacer el efecto contrario y el amor comienza a hacernos sufrir.
¿Qué hacemos cuando eso ocurre? Lloramos y lo perdonamos una y otra vez, volvemos a darle otra oportunidad pero traspasado un tiempo otra vez se vuelve a ir…
¿Qué es lo que piensas tú, cuando le perdonas y permites volver otra vez a tu lado, a intentarlo otra vez?
Te lo pregunto porque no se puede estar perdonando cada día que pasa si al poco tiempo te vuelve hacer lo mismo.
BASTA ya no lo hagas más, deja pasar aquella persona porque no te conviene.
Es posible que digas que le amas y no puedes estar sin él, ¿pero acaso ha nacido contigo que no puedes estar sin él? ¿Y dónde estás dejando tu dignidad de mujer?
No, ya no sigas con eso que te hace daño a ti y a los que te rodean, no es sano vivir una relación tan llena de tristezas y sobresaltos, las personas no cambiamos de la noche a la mañana, y si un día te ama y al otro día ni te mira, ¿qué piensas?
Porque ante tal situación hay que pensar, ¿verdad?
Tú no tienes porqué rogar o pedir que te amen del modo que tú amas.
No andes rogando amor, suplicando amor, ni haciéndole sentir que es obligatorio amarte, que eso es humillarte.
Entonces, ¿qué hacer…?
Si ves que sufres, que todo esto se está convirtiendo en una vida llena de lágrimas, entonces algo está mal:
Ese amor no te conviene, no debes permitir que siga volviendo a ti cada vez que le falla otra mujer.
• Tú vales más que eso.
Ya no puedes seguir aceptando ese tipo de relación.
No te menosprecies.
Hay etapas en la vida que se puede andar jugando a los enamorados de ir y venir cuando se quiere, pero ya no, ahora eres una mujer adulta que debe buscar una estabilidad emocional, un amor bueno, real, sin dobleces… es hora de que mires por ti, por tu futuro.
Los años de la adolescencia ya se fueron, hoy necesitamos mirar el amor con ojos de mujeres seguras y sabias.
El amor no se ruega, el amor se da o no se da, no existe otro concepto. El amor llega a tu vida, lo recibes y no te hace llorar, no te hace sentirte mal, sólo te puede dar felicidad.
Si no lo sientes así, no tomes ese tren; bájate enseguida que habrá otros que sueñan con una mujer como tú.
No sufras por quien no se lo merece.
Dignifícate y mira hacia adelante, borra esas hojas que están mal escritas en tu vida y empieza con una nueva, pero con mucha sabiduría y madurez, ya no eres la niña de ayer.
Eres la mujer de hoy, esa que no acepta menos. Sólo amor. Todo o nada